este es el último de los acercamientos nostálgicos a los orígenes de los personajes Marvel. pero no es una historia de amor como las otras si no de posesión Hulk obsesionado con Betty y peleando por su amor contra el general trueno Ross, y que te deja un mal sabor de boca este tomo.
Jeph Loeb hace que el doctor banner sea un perdedor y que cuando se transforma en hulk tiene una obsesión con la hija del general Ross, y mata sin querer a soldados y animales, esa página de Hulk acariciando un conejo y matándolo sin querer me encanta.
Tim Sale lo hace bien pero parece que lo agá rápido y no se esfuerce como los otros cómics, un tomo entretenido pero que podría haber sido mucho mejor.
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