desde la época de Frank Miller todos los guionistas que an trabajado en el cómic de daredevil siempre lo an echo un personaje pesimista y amargado, pero con la llegada Mark Waid lo ha sacado del armario, ara ponerlo en una situación diferente, en este tomo es un viva la vida, y ya no se esconde su identidad secreta, y eso puede ser algo bueno y también malo, tendrá nuevos enemigos y conocerá nuevas mujeres que pondrá patas arriba su mundo.
Mark Waid siempre demuestra sus cómic tener calidad y dar cosas nuevas a personajes ya viejos que todo el mundo conoce y un aire fresco siempre es bueno, le acompaña dos dibujantes decentes Marcos Martín y Paolo Rivera, que no son mega estrellas pero lo más inportante son decentes y dibujan bien.
un tomo muy entretenido y espero que dejen hacer lo que quiera al guionista, y que el baile de dibujantes no sea tan abundante, un tomo que te deja de saber más del nuevo daredevil.
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